Cómo hacer una mudanza rápida sin riesgos extra

La pregunta ¿cómo hacer una mudanza rápida?, tiene una clara y contundente respuesta: organización, organización y organización. Porque, planificar al detalle todo lo que conlleva un traslado, es la única fórmula verdaderamente eficaz para que tengamos el éxito necesario. No son momentos en los que el recurso a la improvisación suela tener buenos resultados.

Así que, empecemos por estudiar bien la ubicación y características del punto de origen y del de destino para ver cómo hacer una mudanza rápida, sin correr riesgos como no poder estacionar los vehículos durante la carga y descarga, o encontrarnos problemas para bajar o subir algunos objetos de grandes dimensiones. Tener previstos todos estos aspectos, evitará pérdidas de tiempo en el último momento.

Una mudanza rápida también implica que seleccionemos muy bien lo que vamos a trasladar. Es evidente que cuanto menor sea el volumen de lo que tenemos que movilizar, nos costará menos tiempo, sobre todo, el que hay que invertir en embalar adecuadamente todas las pertenencias y, no lo olvides, en desembalarlas después.

Finalmente, un último consejo pasa por notificar nuestro cambio de dirección con antelación. Si no, después podemos pasarnos semanas recibiendo la correspondencia de servicios básicos como el del banco en nuestra antigua vivienda. Además, lo mejor es hacer los cambios obligatorios de luz, agua, gas y suministros básicos antes del cambio, porque no podemos arriesgarnos a entrar en nuestra nueva casa sin disponer de cualquiera de estos servicios básicos desde el primer momento.