Hablando de mudanzas es habitual hacer comunes referencias a las dificultades, problemas y agobios que se pueden producir. Sin embargo, está claro que, obviando esas causas comunes, existen muchos tipos distintos de mudanzas, que requieren soluciones específicas. En este caso, vamos a centrarlos en las mudanzas de pisos, por otro lado, unas de las más comunes.
En primer lugar, resultarían más sencillas y cómodas ya que supondrían una movilización menor de canastos y objetos. Primer error, porque el volumen de los enseres de las viviendas, sea cual sea su tamaño, se ha incrementado en los últimos tiempos de manera objetiva.
Hay dos explicaciones claras a este aumento de cantidad de bienes a trasladar en las
mudanzas, el mayor poder adquisitivo de las personas en general y la fabricación de mobiliario que aprovecha mejor el espacio, lo que implica que caben más piezas en el mismo tamaño. Sea como sea, el gran problema de las mudanzas de pisos es el del mobiliario.
En el caso de las mudanzas de pisos, tengamos en cuenta que la empresa mudadora tiene que sacar los muebles, objetos de gran tamaño y compuestos por estructuras rígidas, por escaleras y ascensores de proporciones a menudo muy limitadas. Esto implica un trabajo extra de desmontaje de muchos de estos objetos, pero hay ocasiones en las que esta acción no es posible y se tienen que buscar otras formas de sacar los muebles. Sin duda, esta es el gran reto de las mudanzas de pisos.